Las diferencias y similitudes entre la influenza y COVID-19

Por Michael Merschel, American Heart Association News

Brothers91/E+, Getty Images
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Los virus que causan la gripe y COVID-19 no son los mismos, y las enfermedades también son diferentes. Sin embargo, tienen mucho en común, incluidas las formas de protegerse.

Se puede imaginar a los virus como diferentes tipos de animales peligrosos, pero "ambos pueden morder", dijo la Dra. Priya Sampathkumar, jefa del programa de control de infecciones de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.

Más concretamente, la gripe está causada por varias cepas de virus diferentes. Los tipos A y B de la influenza son los que estimulan la temporada de gripe. COVID-19 está causado por un virus llamado SARS-CoV-2, que se identificó por primera vez a finales de 2019.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) indican que los síntomas, tanto de gripe como de COVID-19, pueden variar de leves a graves. Ambas enfermedades pueden ocasionar fatiga, dolores corporales, fiebre, escalofríos, tos o dolor de cabeza. Dificultad para respirar, secreción nasal y perder sentido del gusto o del olfato son más común con COVID-19.

Si únicamente se toman en cuenta los síntomas, "no hay una buena manera de distinguir la gripe de la infección por COVID", dijo Sampathkumar.

Ambos se propagan de forma similar, añadió. Ambos virus se multiplican en las vías respiratorias superiores. Cuando las personas infectadas tosen o hablan, se expulsan gotitas respiratorias cargadas de virus. Alguien que respire esas partículas se puede enfermar.

Sin embargo, el SARS-CoV-2 es más contagioso que los virus de la gripe, indicó, en parte porque es nuevo para los humanos. "Debido a que la gripe ha existido durante tanto tiempo, la mayoría de nosotros somos parcialmente inmunes, ya sea por habernos vacunado o por habernos expuesto a la gripe anteriormente. Eso hace que la gran mayoría de nosotros no enfermemos mucho".

Ambos virus pueden ser transmitidos por personas infectadas antes de que presenten síntomas. Los CDC afirman que una persona infectada con COVID-19 podría ser contagiosa unos dos días antes de tener síntomas, en comparación con un día para la mayoría de las personas con gripe. Asimismo, las personas con COVID-19 podrían ser contagiosas durante más tiempo desde el inicio de los síntomas, por lo menos 10 días, comparados siete días de la gripe.

Aunque ambas enfermedades pueden ser mortales, el coronavirus ha causado muchos más estragos desde que entró en escena. Durante la temporada de gripe 2018-2019, la gripe ocasionó 34,157 muertes en Estados Unidos, según las estimaciones de los CDC. En 2020, COVID-19 fue la causa subyacente de 345,323 muertes en el país, según las estadísticas provisionales de los CDC.

Asimismo, las enfermedades no se dirigen a las personas por igual. "Probablemente, la mayor diferencia entre la gripe y COVID es el comportamiento de la enfermedad en niños muy pequeños", dijo Sampathkumar. "Los niños muy pequeños parecen ser algo menos propensos a enfermarse de COVID". La gripe, en cambio, "suele enfermarlos bastante más".

Los CDC enumeran varias afecciones subyacentes que hacen que alguien tenga más probabilidades de enfermarse gravemente a causa de COVID-19. Las enfermedades cardíacas se encuentran entre ellas, según la Dra. Deborah Kwon, cardióloga y directora de resonancia magnética cardíaca de la Clínica Cleveland.

"Se han realizado múltiples estudios que analizan los factores predictivos de quienes tuvieron una infección grave, así como estadías en la unidad de cuidados intensivos, hospitalización y muerte", señaló. "Inclusive, las enfermedades cardiovasculares fueron uno de los fuertes factores de riesgo independientes para las complicaciones graves y la mortalidad relacionadas con COVID".

Ambos virus también suponen un grave riesgo para el corazón y el cerebro. En un estudio de 2018 publicado en el New England Journal of Medicine se indicó que la incidencia de ataques del corazón era seis veces mayor dentro de la semana después de ser diagnosticado con influenza. Con COVID-19, pueden producirse daños en el corazón. La gripe se ha relacionado con un mayor riesgo de ataque cerebral, al igual que COVID-19.

Tanto la gripe como COVID-19 disparan reacciones similares en el cuerpo, dijo Kwon. Cada enfermedad "sensibiliza o acelera el sistema inmunitario", desencadenando respuestas inflamatorias a medida que los mecanismos de defensa del organismo tratan de erradicar a los invasores.

Ambos virus también pueden hacer que las plaquetas se vuelvan hiperactivas, o extra pegajosas, lo que conduce a la formación de coágulos de sangre, dijo Kwon.

Por suerte, existen medidas similares que protegen contra ambas enfermedades. El uso de una mascarilla y el distanciamiento físico ayudan a detener la propagación de los virus respiratorios. Lo mismo ocurre con el lavado de manos frecuente durante al menos 20 segundos.

Además, existen las vacunas.

Los CDC recomiendan la vacuna contra COVID-19 para toda persona mayor de los 12 años. Actualmente hay tres vacunas disponibles para diferentes grupos de edad, y el panel asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) tiene previsto reunirse a finales de este mes para revisar los datos de la vacuna de Pfizer en niños de 5 a 11 años. Las vacunas ayudan a reducir el riesgo de que una persona se enferme, sobre todo en el caso de las enfermedades graves que pueden causar la hospitalización y la muerte.

Los CDC también recomiendan que casi todos los mayores de 6 meses se vacunen contra la gripe ya para finales de octubre. Para las personas con enfermedades cardíacas, la vacuna contra la gripe puede reducir el riesgo de morir por problemas cardíacos y cualquier otra causa, según una investigación publicada en marzo en el Journal of the American Heart Association.

Las cepas de la gripe evolucionan, por lo que las vacunas se vuelven a formular nuevamente cada año. Las vacunas para 2021 están diseñadas para proteger contra los cuatro virus de la gripe que tienen mayores probabilidades de propagarse durante la próxima temporada.

Sin embargo, aún persiste la confusión. De acuerdo con una reciente encuesta en línea realizada a 1,000 adultos estadounidenses para la American Heart Association, el 27% creía incorrectamente que se podía contraer la gripe con la vacuna. El 12% pensaba que no se podía recibir la vacuna contra COVID-19 y la de la gripe al mismo tiempo. Los CDS dicen que sí se puede y que se necesitan ambas.

"La vacuna contra COVID-19 no va a ofrecer ninguna protección cruzada contra la gripe, y la vacuna contra la gripe no va a protegerte en absoluto de COVID", dijo Sampathkumar.

Juntas, ofrecen una capa adicional de protección, dijo, porque "cada vez que se contrae una infección, el cuerpo de debilita y se hace más susceptible a otras infecciones. Entonces, queremos que todos se protejan para las dos cosas".

Contraer cualquiera de las dos enfermedades conlleva un riesgo mucho mayor en general que cualquiera de las complicaciones extremadamente raras de las propias vacunas contra COVID-19 y la gripe. Además, estas no sólo ayudan a proteger a la persona vacunada, sino que protegen la salud de quienes la rodean.

En ese sentido, dijo Kwon, ambas vacunas tienen que ver con "querer cuidar y amar a nuestros semejantes".

Sampathkumar coincide.

"Si uno es joven y está sano, es cierto que puede no ponerse muy enfermo por la gripe", dijo. "Pero, al vacunarse, se reducen las posibilidades de tener una infección leve o asintomática y transmitirla a los demás". Esto protege quienes podrían no responder bien a las vacunas, como las personas mayores o con problemas del sistema inmunitario.

Por eso, Sampathkumar añadió: "hágalo no sólo por usted, sino también por los demás".

Nota del editor: Debido a los eventos en rápida evolución que rodean el coronavirus, los hechos y consejos presentados en esta historia pueden haber cambiado desde su publicación. Visite Heart.org para obtener la información más reciente y consulte con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y los funcionarios de salud locales para obtener la orientación más reciente.

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